viernes, 27 de enero de 2017

FRÁGIL COMO UNA CANCIÓN



Lo que hace un día distinto a otro,
a lo largo de nuestro camino los vientos del cambio comienzan a soplar.
Ellos esparcen lo que nosotros sabemos
como páginas de una obra lejana
arrastradas por el viento.


Cogí un vuelo a Atlanta,
otro día de viaje, compartiendo espacio con extraños.
Esto raramente reorganiza el modo en el que yo sé que el mundo es
desde que lo veo.

Te vi y tú me viste
cómo la música pasó entre nosotros, eso es un misterio
pero hubo una conexión y me cogió por sorpresa 
una mirada de comprensión en tus ojos.


Te vi y tú me viste
lo que hace a una pequeña canción llegar a ser una sinfonía.
Un corazón encuentra su melodía, otro lo acompaña
y todos los muros entre nosotros son tan frágiles 
como una canción.


No son las notas que tú tocas, son las excluídas,
ni las palabras que tú dices hablan de lo que tú eres.
Saca las entrañas fuera
y dale al mundo una oportunidad de compartir
la magia allí.
Y así, agarro mi guitarra
y con mis dedos simiescos comienzo a escribir una canción.
Trato de cantarla y compartir eso que me llegó ese día.


Te vi y tú me viste,
cómo la música pasó entre nosotros, eso es un misterio.
Hubo una conexión y me cogió por sorpresa
una mirada de comprensión en tus ojos.


Te toqué y tú me tocaste,
lo que hizo a nuestra pequeña canción llegar a ser una sinfonía.
Un corazón encuentra su melodía, otro lo acompaña
y todos los muros entre nosotros son tan frágiles 
como una canción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario